La salida de la crisis: ¿estamos preparados para construir un nuevo mundo?

Lo que hoy hagamos, como individuos y como sociedad, determinará nuestro futuro. Dentro de la gravedad de la crisis derivada de la COVID-19, tenemos la oportunidad de impulsar una visión transformadora de la economía y del papel de la empresa. Hagamos que el triple impacto, la responsabilidad colectiva, el bien común y el beneficio compartido sean el ethos de esta nueva era que nos permita construir un mundo mejor. Como representante de la comunidad B Corp, estoy seguro que no vamos a desperdiciar esta oportunidad porque nos jugamos nuestro futuro.

Tengo la enorme fortuna de convivir profesionalmente con decenas empresas de la comunidad B Corp, que estos días están demostrando cómo juntos podemos trabajar para crear una economía más justa, inclusiva y regenerativa, que no sólo sirva para dar respuesta a la pandemia, sino sobre todo para construir los cimientos de un nuevo mundo.

Jared Diamond señala en su reciente libro Crisis diferentes factores que inciden en el desenlace de las crisis personales y utiliza estos mismos factores para entender su influencia en el desencadenmiento de diversas crisis históricas en diferentes países. Inspirado por esta lectura y por la reacción de la comunidad B Corp, planteo algunos paralelismos entre estos factores y la respuesta a la crisis provocada por la COVID-19.

¿Estamos en crisis? 

La respuesta ahora parece obvia, pero qué hubiéramos respondido si hubieramos hecho esta pregunta hace 6 meses. Reconocer los orígenes y raíces de una crisis (estructural) es el primer paso para albirar una solución. Las empresas de la comunidad B Corp ya estaban dando respuesta a la crisis a través de un nuevo nuevo modelo de empresa capaz de ofrecer soluciones a otras graves problemáticas, como la crisis climática o la desigualdad social. Por ejemplo, más de 700 empresas en todo el mundo de la comunidad B Corp, 30 de ellas en España, habían firmado en el marco de la COP25 un compromiso para ser  neutras en Carbono en 2030, 20 años antes de lo establecido en el Pacto de París. Sí, estamos en crisis, pero ya lo estábamos antes de la COVID-19 y reconocerlo es el primer paso. Ahora falta que muchos más reconozcan la oportunidad que ha generado este momento para cambiar el paradigma empresarial. 

Somos el cambio que queremos ver

Las crisis se resuelven desde la responsabilidad personal y siendo parte activa de la solución. Haciendo un símil informático, nuestro “sistema operativo” tiene un error de código: la primacía del accionista. Este es el origen de nuestra crisis sistémica. Los desequilibrios sociales y la crisis climática vienen determinadas, en buena medida, por una visión dominante que orienta la responsabilidad de la empresa hacia la generación de beneficios y, más específicamente, hacia la creación de valor para el accionista a corto plazo. Este modelo -más que crear valor- ha concentrado el valor y, como consecuencia, ha generado graves desequilibrios sociales y daños al planeta. Reconocer esta disfunción y adoptar una visión genuinamente orientada hacia la creación de valor para el conjunto de la sociedad y el triple impacto -ambiental, social y económico- es fundamental. Más de 3.200 B Corps, casi 80 en nuestro país, han emprendido este camino y han asumido estos principios. Los hechos se demuestran con acciones. Las empresas B Corp ya han empezado a actuar y demuestran como es factible equilibrar los beneficios sociales con los económicos. 

Vamos a colaborar y ayudarnos unos a otros

Si algo nos ha mostrado la COVID-19 es nuestra vulnerabilidad. Ante esta situación, la capacidad para crear respuestas colectivas y coordinadas serán claves para estabilizar de nuevo la situación. Yuvel Noah Harari afirmaba recientemente que la solidaridad global es la única forma de fortalecer nuestra confianza en el futuro. En el terreno de las empresas B Corp, sería imposible describir las decenas de actuaciones solidarias que se han originado para paliar la crisis sanitaria y para ayudar a los más vulnerables. Pero si algo distingue a este movimiento es la fortaleza de su comunidad y su espíritu colaborativo. Todas las B Corps firman la Declaración de Interdependencia, de la que destaco su inicio y final: “Vislumbramos una economía global que utilice el poder del sector privado para crear beneficios para las personas y el medioambiente [...] Que todos dependemos uno del otro y como resultado somos responsables de cada uno de nosotros y de las futuras generaciones”. Declaraciones palmarias y más en nuestros días, en el que la participación ciudadana de la empresa y la colaboración público-privada van a ser determinantes para lograr superar los desafíos del corto y medio plazo que nos va a provocar la actual crisis. 

Compartimos unos valores centrales que nos unen

Crisis como la que estamos viviendo provocan multitud de actitudes extremas. Hemos visto como el miedo, la codicia y la ignorancia genera actitudes muchas veces incomprensibles, pero también se han apoderado de nosotros la solidaridad, el afecto, la humildad o la amabilidad. La capacidad para forjar una identidad colectiva es clave para dar respuesta a la crisis y el sector empresarial se encuentra ante una oportunidad única para fortalecer su confianza. La comunidad B Corp ha forjado esa identidad pasando del culto al beneficio a buscar un equilibrio entre el beneficio y la preservación del bienestar de las personas, la humanidad y el planeta. El escrutinio al que se someterán las empresas será severo y no hay mejor momento para asumir este objetivo y valores comunes.

El tiempo nos dirá si estos factores ayudan a las empresas de la comunidad B Corp a ser más resilientes y flexibles, tener mayor capacidad de adaptación y a lograr mayor reconocimiento y transcendecia. Si tenemos en cuenta las claves históricas de crisis precendentes que explica Jared Diamond en su libro, estos factores sin duda contribuirán de forma positiva a que las empresas de alto impacto social no sólo tengan mayores probabilidades de supervivencia, sino que además sean protagonistas comprometidas de la construcción de un nuevo mundo. 

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